jueves, 22 de noviembre de 2012


JUGAR CON TU PERRO

Jugar con nuestro perro es una de las actividades favoritas de la mayoría de los propietarios, verles correr y disfrutar nos encanta. Sin embargo, muchas veces no sabemos cómo jugar con ellos de una forma correcta, que les haga gastar energía pero no les estrese, que les haga pensar pero no les frustre. Por todo esto precisamente hemos decidido preparar estas pautas con algunos juegos sencillos que pueden hacerse en cualquier lugar, que les ayuda a desarrollar su mente y les deja cansados para después dormir. Los juegos más utilizados por la mayoría de gente son lanzar cosas y enseñarles a que nos las devuelvan, este tipo de juego activa las pautas de caza pero no finalizan la secuencia que sería despiezar la presa y comerla, que es la parte de la secuencia que hace que la adrenalina disminuya, por eso no es recomendable. Mucha gente también acostumbra a llevarles a correr atados, este tipo de ejercicio es de ritmo forzado y no tiene posibilidad de oler ni de evitar situaciones o estímulos que pueden incomodar al perro, imaginémonos corriendo atados a algo o alguien que marque un ritmo que no es el nuestro y que además no tenemos posibilidad de separarnos si algo nos parece peligroso o nos incomoda, seguramente tampoco para nosotros sería cómodo. Pocas veces vamos a ver un perro que vive suelto en un pueblo correr para hacer deporte o perseguir presas para después devolverlas, con esto queremos decir que estos juegos no entran en su naturaleza y que lejos de relajar lo que hace es que sinteticen una cantidad de adrenalina que tardan días en quemar. El juego para ser algo natural ha de tener un fin, es decir, podemos jugar a que coja o busque cosas o a que aprenda ejercicios, pero siempre con un fin que normalmente será comida. Aquí os damos algunas opciones sencillas que creemos pueden ayudaros a hacer a vuestro compañero más feliz de forma relajada.

  1. SEMBRADOS:
Coge un puñado de bolitas de pienso, premios, trozos de queso o salchichas, algo que sepamos que motiva a nuestro amigo. Empezaremos de una forma sencilla poniendo los trocitos separados pero sin mucha complicación para buscarlos, prepararemos todo y diremos al perro la orden que hayamos decidió para el juego (por ejemplo “busca”). Cuando estemos seguros de que entiende de que se trata empezaremos a complicar el juego haciéndolo en hierba, piedras o escondiendo algunos trozos. Este juego les ayuda a aprender a concentrarse en una actividad y tiene un fin, que es comerse los premios que se van encontrando.

  1. RASTRO:
Para este juego lo mejor es que vayan dos personas juntas, uno que lleve al perro atado con un arnés y una correa larga para poder ir con el perro sin tirar de él. La otra persona se encargará de hacer el rastro para que el perro lo siga. Podemos hacerlo llevando unas golosinas sin más o más interesante atando a una cuerda algo que huela mucho (un trozo de chorizo o salchicha) y dejando que roce el suelo por donde queramos que el perro siga dejando la recompensa al final de del rastro de forma que el premio sea eso mismo además de decirle lo bien que lo ha hecho cuando lo encuentre.

  1. DESENVOLVER RECOMPENSAS:
Para este juego lo primero a tener en cuenta es que el envoltorio no sea en sí mismo tan atractivo para el perro como la recompensa, es decir, si le vamos a poner como recompensa algo que manche, hay que tener cuidado con no ponerlo en papel de forma que se lo puedan comer, en ese caso se lo pondremos escondido en un trapo o en algo que no les llame la atención. Si sin bolitas de pienso o premios duros, como principio suelen ser útiles los cartones del centro del papel higiénico, metemos dentro algún premio y lo retorcemos de forma que tenga que romperlo para conseguir la recompensa. Cuando el perro haya entendido de que se trata el juego podemos aumentar la dificultad enrollando diferentes premios en papeles de periódico y metiendo todos en una caja, está bien hacerle unos agujeros de forma que puedan captar el olor. Es una forma controlada de que destrocen cosas que a ellos les encanta, en un sitio que a nosotros nos parezca adecuado para recoger fácil.

Además de estos tenemos una infinidad de juguetes interactivos diseñados precisamente para esos ratos en los que tenemos que dejarles solos, se pueden rellenar con comida que ellos tienen que sacar , eso les hace pensar, les cansa psicológicamente, les divierte, se refuerza por sí solo ya que obtienen comida y cuando termina pueden descansar. Estos son algunos ejemplos de los que nosotras usamos:

                     



                  


Estos son algunos juegos básicos que funcionan muy bien para hacerles pensar y para que se concentren, la dificulta puede ir aumentándose poco a poco. Una vez hayamos conseguido que el perro se concentre, podremos enseñarle todos los trucos que queramos siempre de una forma divertida tanto para él como para nosotros.
Zintzoa Educación Canina